Hay cierto consenso en la comunidad científica de que el 2030 será un año de cambios radicales, una década en la que casi todo lo creado o ideado hasta ahora quedará desfasado o desajustado al contexto que se vivirá entonces.
Se estima que para esa época, la población mayor de 60 años superará a la de niños menores de 6; que Chile tendrá más de 20 millones de habitantes; que el calentamiento global será más mortífero que nunca; e incluso que la cartografía genética podría ser capaz de erradicar el cáncer.
Y como todos esos cambios están prácticamente a la vuelta de la esquina, El Mercurio desarrolló este jueves la segunda versión de“Protagonistas 2030, Desafíos de Futuro”, un encuentro que contó con 27 conferencias de destacados especialistas, y al cual laUniversidad Mayor fue invitada a participar.
En esta jornada, nuestra casa de estudios estuvo representada por el Vicerrector de Investigación, Dr. Patricio Manque, y el Director del Centro de Investigación en Sociedad y Salud, Dr. Esteban Calvo.
Así, el Dr. Manque ofreció una charla acerca de la revolución del genoma humano, en la que explicó que debido a que gran parte de las enfermedades tiene un componente genético, la secuenciación del ADN ha abierto posibilidades gigantescas para el diseño de terapias de ciertos padecimientos. Además, destacó el hecho de que el costo de secuenciar un genoma ha bajado considerablemente, pasando de US $ 3.000 millones hace unos pocos años, a US$ 1.000 en la actualidad.
“Esta tecnología ha ayudado de forma significativa a identificar las causas de enfermedades, llegando con el tiempo a lo que llamamos ‘Medicina de precisión’ o ‘Medicina personalizada’, que permite que las personas reciban el tratamiento correcto de acuerdo con su genética. Esto, en definitiva, nos llevó a repensar completamente la forma en que funciona la Medicina”, aseveró el Vicerrector de Investigación.
El Dr. Calvo, en tanto, expuso sobre los desafíos del futuro en materia de envejecimiento, deteniéndose en los efectos que tiene la edad en que se jubila, las enfermedades que nos afectan hoy y que son distintas a las del pasado, y el gasto público asociado a una población cada vez mayor.
Asimismo, propuso un conjunto de ideas que, en su opinión, pueden ayudar a prepararse para una sociedad más envejecida, entre ellas investigar esta materia desde una mirada interdisciplinaria (incorporando políticas públicas y Medicina personalizada, por ejemplo); incentivar la alfabetización temprana para una jubilación saludable; “desestandarizar” el curso de la vida para un mejor funcionamiento en la tercera edad; y fomentar la protección social y biológica para así romper las cadenas de causales de estrés.