Un estudio realizo por María F. Montoya y Bernardita Tornero, Frederick J. Morris y Diego Palacios Farías, investigador del CISS, examinó cómo las estrategias docentes orientadas a la autorregulación se relacionan con el aprendizaje matemático en la primera infancia.
La investigación, realizada en jardines infantiles de Santiago, analizó grabaciones de clases de matemáticas codificadas según tres tipos de andamiaje docente: instruccional, organizativo y emocional. Además, evaluó el progreso de 416 niños y niñas mediante una prueba estandarizada, considerando variables como edad, género, nivel socioeconómico y rendimiento previo.
Los resultados muestran que las prácticas organizativas (mantener rutinas claras, reglas consistentes y dar instrucciones paso a paso) se asocian positivamente con el rendimiento en matemáticas. En cambio, la calidez y el apoyo emocional parecen funcionar como una respuesta adaptativa frente a niños/as con mayores dificultades en la autorregulación, mientras que las estrategias instruccionales no mostraron efectos significativos.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de formar y acompañar a las educadoras en prácticas concretas que integren la autorregulación en la enseñanza, especialmente en contextos grupales. Diseñar clases que incluyan rutinas, señales de atención y momentos de planificación puede potenciar la concentración, la persistencia y la comprensión matemática de los niños y niñas desde sus primeros años.
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